Historia

Orígenes
Orígenes

Es difícil situar el origen de las procesiones de Semana Santa, ya que son muchos los argumentos e hipótesis que existen al respecto y pero ninguno de ellos basado en suficiente documentación.

La Semana Santa en España, alcanza su mayor expresión popular en los desfiles procesionales, que aún siendo una manifestación popular religiosa, ha ido escapando de este aspecto para convertirse en una tradición que, sin olvidad su origen religioso, se ocupa más de todo el aspecto cultural que rodea la puesta en escena de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Esto, sólo ha sido posible gracias a la idiosincrasia popular que ha sido capaz de dotar las procesiones de esplendor y belleza.

Sí hay algo fácil de entender, es que, nuestros antepasados no dudaron en hacer una celebración distinta al resto del mundo cristiano, es decir, si el pueblo no acude al templo, saquemos lo que hay en él hay y así conseguiremos que conozcan los distintos momentos de la Pasión que sufrió el Hijo de Dios hecho Hombre.

Sin escapar de la duda del ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cuándo? Y ¿dónde está el verdadero origen de la celebración de estas Procesiones?, nos situamos en el año 1274, en el que queda instituida la festividad del Corpus Christi. Aquí si son varias las fuentes que coinciden en señalar que éstas son las primeras manifestaciones público religiosas que se celebran a nivel mundial y por ello podemos tomar esta fecha como punto de partida de las procesiones o rogativas.

A finales del siglo XVI, (Edad Media) y coincidiendo con el Concilio de Trento (1545- 1563), las procesiones penitenciales adquieren una cierta solidez y a ellas se va sumando un mayor número de penitentes.

Enseguida las procesiones van calando en la sociedad española y es entonces, cuando los que desfilan en este tipo de manifestaciones religiosas, poco a poco, van incorporando detalles artísticos entre sus filas. Es preciso tener en cuenta, que, hasta entonces, la iconografía que recoge los pasajes bíblicos, estaba representada en el interior de los templos en pinturas o esculturas esculpidas en piedra.

En un principio, esta iconografía sale a la calle por medio del arte plástico pintado, por ejemplo, estandartes y trabajos de orfebrería, tal es el caso de la Custodia en las celebraciones del Corpus Christi.

Esta tierra, gracias a su singular cultura e incansable creatividad, desarrolla su búsqueda por conseguir una mayor puesta en escena, aproximándose al máximo realismo.

Por tanto, y tomando como referencia el final del siglo XVI, podemos considerar que este tipo de celebraciones enseguida se hicieran populares y los artistas comenzaran a buscar nuevas creaciones. Se fijan y toman como modelo para las procesiones de Semana Santa, los momentos de la Pasión de Cristo y encuentran la forma más adecuada, que es la representación, en lo que conocemos como “Paso”.

En el “Paso” se representa la imagen, dotada de un gran patetismo, gracias a sus formas y policromía. El creyente se identifica con estas imágenes y percibe el dolor y la angustia, mientras que el no cristiano, queda asombrado por lo realista de la talla y de su colorido.