Escultores

Adrián Lema Gómez
Adrián Lema Gómez
1991

Adrián Lema Gómez, nace el 13 de noviembre del año 1991, por suerte en una pequeña localidad del aljarafe, Sanlúcar la Mayor, cuna y fructífera de un gran número de artistas. Vive sus primeros años de infancia en una barriada con mucho arte como es la de la paz, un barrio humilde y muy sencillo, como lo son sus padres Jesús y Rocío, sevillanos de pura cepa, a los cuales le Adrián le está muy agradecido.

Su vinculación con la imaginería le viene en parvulitos desde muy pequeño, cuando ya comienza a dibujar y a modelar con plastilina figuritas para jugar con cajas de zapatos simulando que era una cofradía.

Adrián encuentra a su primer maestro  en casa, su abuelo Manolo, extremeño, de familia campechana, el cual tuvo que emigrar a Sevilla por motivo de trabajo, en cuya tierra se enamoró del arte y comenzó por sus propio medios, el aprendizaje del mundo de la pintura, el cual mediante libros y mucha constancia, realizó para el disfrute de su familia grandes cuadros.

A partir de ese momento empuieza a investigar y a indagar cada vez más en el mundo de las imágenes religiosas, introduciéndose en hermandades y teniendo un contacto con las imágenes expuestas a la adoración de los fieles.

A este escultor le entusiasmaba ver a cada imagen del pueblo como le querían decir algo, cada una de ellas con su expresión, las cuales le impulsaron a comenzar este gran sueño de un niño que soñaba con hacer pasitos para las cruces de mayo, con angelitos, querubines,….los cuales lleva realizando desde los 10 años de edad, y gracias a ello tiene una gran relación con la gran mayoría de vecinos  de esta humilde población.

En esos comienzos, todos losahorros los gastaba en arcillas de la papelería para modelar, temperas, acuarelas... Esos eran sus juguetes, y le servían también como apoyo para destacar en las clases de educación artística del colegio, por las cuales fue premiado a nivel municipal.

Durante el tiempo de estudios y formación, en el año 2003, se pusó en contacto por mediación de un curso de formación artística, con un imaginero de Sevilla, D. José Antonio Bravo García, al cual se ofrezco durante los periodos de vacaciones, para comenzar como aprendiz de imaginero, recogiendo virutas, haciendo los mandaos, lijando piezas,… y poco a poco y gracias la confianza ganada con esfuerzo, vaadquiriendo conocimientos de dicho sueño.

A partir de ahí y al finalizar los estudios pertinentes, ingresa en la escuela de artes y oficios de Sevilla en el año 2008, para formarme como artista. Y de este momento empieza a tomar contacto directo con la calle, ya que comienza a recibir encargos de pequeñas dolorosas para particular, restauraciones de pequeñas imágenes de culto interno, pinturas, recordatorios, etc.

Y es desde entonces donde descubre como funciona este mundo tan difícil pero a la vez satisfactorio para mí de la imaginería.

Gracias a un artista sanluqueño, D. Juan Vizcaíno, toma contacto con otro de los grandes imagineros de Sevilla, D. Darío Fernández Parra, con el estuve colaborando en las labores, y para enriquecimiento de mis conocimientos, ya que en la en este mundo nunca se termina de aprender.

Su obra intenta que esté basada en los más nobles y tradicionales cánones, pero destacando su actitud autodidacta y experimental, que busca la propia creación.

Realiza todo tipo de trabajos relacionado con el arte sacro, modelismo, retratísmo, pintura, diseño, vaciado, moldeado y dorado.

El objetivo que desde niño anhela y sigue con la misma ilusión de siempre, es de llegar a ser, o por lo menos intentarlo, un gran imaginero de Sevilla.

Entre sus primeras obras destacadas es la talla  infantil del Stmo. Cristo de la Coronación de Espinas de Albacete (2014) y la talla en tamaño natural de dicha imagen (2018).